domingo, 27 de enero de 2013

Macarons de Fresa

¡Buenas tardes a tod@s!

Después de mi última entrada, hace ya muchísimooo tiempo, me voy a intentar poner al día lo antes posible de todas las recetas que he ido haciendo.

Hoy traigo mi segundo intento de macarons del cuál salí bastante contenta con el resultado.

Tengo que agradecer este éxito a Alicia, del blog A qué huele mi cocina ya que me ayudó con todas las dudas que tuve en todo momento.

En este caso utilicé albúmina de huevo deshidratada y merengue italiano. Más adelante haré otras recetas para probar nuevos resultados satisfactorios (espero je je).



Bueno, para hacer 30 macarons aproximadamente necesitamos los siguientes ingredientes:

Para las Tapas

125 g de Azúcar Glas
125 g de Harina de Almendra (yo utilicé la almendra molida del Mercadona)
42,5 ml de Agua
3,75 g de Albúmina deshidratada (utilizo la de la marca Sosa)
Colorante Lila (Violet de la marca Wilton)

Para el Merengue Italiano

125 g de Azúcar normal
55 ml de Agua
3,75 g de Albúmina deshidratada
42,5 ml de Agua

Para el Relleno

200 ó 180 g de Chocolate Blanco (utilicé el de Nestlé Postres)
100 g de Nata Líquida para montar (la del Mercadona sirve)
30 g de Fresa en Pasta (de la marca Home Chef)


Preparación

Primero de todo mezclamos el azúcar glas y la almendra molida y tamizamos la mezcla dos veces mejor que una.

A continuación hidratamos con el agua la albúmina de huevo deshidratada.

Cuando lo tengamos listo pondremos las dos mezclas juntas y removeremos con el robot de cocina, KA o a mano en su defecto hasta que integremos todo bien.

En este momento es cuando se le añade el colorante. Yo le puse el Violet de la marca Wilton. Se debe poner la suficiente cantidad para que quede fuerte ya que una vez horneados siempre baja la intensidad del color. Mezclamos bien.



Una vez tenemos reservada la mezcla de las tapas pasamos a hacer el merengue italiano.

En un bol pondremos la albúmina hidratada. Mientras tanto en un cazo ya habremos puesto los 55 ml de agua junto con el azúcar normal. Debe llegar al punto de bola como se denomina o bien utilizar un termómetro (yo lo hice así) y cuando llegue a 115 grados centígrados estará listo. No hace falta remover mientras se llega a la ebullición.

Antes de que esto suceda habremos batido las claras a punto de nieve. Cuando ya estén, inmediatamente vertemos el hilo de almíbar poquito a poco en el bol y sin dejar de batir, a velocidad media. Una vez esté incorporado podemos batir a más velocidad hasta que se temple la mezcla y no esté caliente el bol. Ya estará listo.





Ahora pasamos al paso que más miedo me da ja ja ja. Cogemos una pequeña parte del merengue italiano y lo añadimos a la mezcla reservada inicialmente. Podemos mezclar tranquilamente. De esta manera no será tan difícil de manejarla.

Después seguimos añadiendo el merengue que sobra pero esta vez con movimientos envolventes y con cuidado de que no nos quede la masa demasiado líquida. La verdad es que me dejé el brazo porque quería hacerlo con tanto cuidado que no sé cuánto rato estuve removiendo con cierto temor a que se echara a perder todo el proceso.

Es el momento de poner nuestra mezcla en una manga pastelera. Yo usé la boquilla número 2A de Wilton.

Tengo un tapete de silicona de la marca Lekué especial para macarons pero como la primera vez no me salieron decidí hacer una plantilla con papel de horno. Sé que para hacerlos con el tapete hay que poner menos temperatura en el horno pero siempre he leído que la mayoría de la gente recomienda hacerlo en papel de horno. Sin duda, un día probaré de nuevo con el tapete.






Lo sé, es un poco rudimentaria mi herramienta para hacer los círculos de unos 3,5 cm pero es lo único que encontré por casa ja ja ja.

Cogemos nuestra manga pastelera y empezamos a rellenar nuestros círculos con la boquilla perpendicular al papel de horno.





Una vez hemos acabado le damos unos golpecitos a la bandeja contra la mesa para que no quede ninguna burbuja en la parte superior y los dejamos secar a temperatura ambiente hasta que al pasar ligeramente el dedo por encima no se nos quede pegada la masa. El tiempo varía dependiendo de la humedad y el ambiente de la habitación. Yo los tuve cerca de 3 horas así que eso va como va, no desesperéis.

Seguidamente los pondremos en el horno (precalentado previamente) con calor arriba y abajo a unos 150 grados durante 14 ó 15 minutos pero eso ya depende del horno de cada uno.

Este es el aspecto que tenían al sacarlos con su famoso pie formado. ¡Qué contenta me puse!





¡Vamos a por el relleno!


Troceamos el chocolate blanco y lo ponemos en un bol. Calentamos la nata en un cazo con la fresa en pasta y cuando vaya a empezar a hervir la retiramos y la vertemos sobre el chocolate. Vamos removiendo bien hasta que esté completamente derretido.







Tapamos la mezcla con un film y la metemos en el frigorífico un rato o bien a temperatura ambiente en un lugar que no sea demasiado cálido para que se espese un poco.





Por último pasamos a rellenar los macarons con nuestro relleno. Colocamos la manga perpendicular en el centro de la tapa y apretamos. Presionamos con la otra tapa ligeramente pero cuidado, no muy fuerte porque nuestro macaron se nos puede romper. A mí me quedaron muy frágiles así que no sé si es algún fallo o bien son de "mires y no me toques" ja ja ja.




Ahora hay que meterlos en la nevera y esperar unas horas para poder degustarlos. Lo ideal es si los preparáis por la tarde, ponerlos en el frigorífico y probarlos al día siguiente. Eso sí, sacarlos 1 hora antes para que estén a temperatura ambiente.

Me queda mucho por aprender en el mundo macaronil como diría Belén de Cupcakes A Gogó cuya entrada recomiendo 100% sobre los macarons.



Esto es todo por hoy. Espero ser más constante en las entradas si el tiempo me lo permite.

¡Un abrazo a tod@s!